El recurso humano o personal laboral representa el pilar de toda organización para su funcionamiento y evolución, a tal grado que una organización es el retrato de sus miembros; siendo estos últimos guiados por una persona profesional, una unidad o un departamento de Recursos Humanos.
Ademas se establece ciertas diferencias entre los conceptos de Administración de personal y Administración de Recursos Humanos; otras fuentes arguyen que ello no existe, pues el propósito de ambas es maximizar la productividad de una organización mediante la optimización de la eficacia de sus empleados. Sin embargo, ambos términos han sufrido cambios como consecuencia de las experiencias profesionales y las necesidades empresariales.
A comienzos del siglo XX surge la unidad de Relaciones industriales dentro de las empresas, debido al crecimiento y a la complejidad de las tareas organizacionales en los albores de la revolución industrial. Aun así, el empleado se reducía a ser un elemento más dentro de la organización, como lo era la materia prima o los procesos de trabajo, sin tomar en consideración sus necesidades como individuo independiente y pensante. En la década de 1950 se le llamo Administración de personal, pues ya no se trataba tan solo de mediar en las desavenencias y de aminorar los conflictos, sino, principalmente, de administrar el personal de acuerdo con la legislación laboral vigente y administrar los conflictos que surgían cotidianamente. Ya para 1970 surgió el concepto
Administración de Recursos Humanos, aun cuando los empleados seguían considerándose como recursos productivos o meros agentes pasivos, cuyas actividades deben ser planificadas y controladas a partir de las necesidades de la organización.
Se está de acuerdo con el criterio de que las personas no son recursos que la organización consume y utiliza, y que producen costos; al contrario, las personas constituyen un poderoso activo que im pulsa la creatividad organizacional, de la misma manera que lo hacen el mercado o la tecnología.